La terapia es la forma de facilitar un cambio en tus emociones, en tus pensamientos y en tus conductas. La ansiedad, la depresión, el insomnio, la baja autoestima, las fobias, los problemas con los demás, las conductas no deseadas de tus hijos, etc, son indicadores que te avisan de que hay algo que cambiar.

Estrés postraumático
Cuando por algún motivo nos exponemos a situaciones que hacen peligrar nuestra vida o nuestra integridad o presenciamos la muerte o la amenaza de la vida de otros, nuestro organismo tiene una respuesta emocional intensa, muy intensa y muy difícil de gestionar. En esa respuesta se ven envueltos elementos bioquímicos y organismos que regulan el estrés fisiológico de nuestro cuerpo. Dicho estrés está en la base de comportamientos como alteraciones en el sueño, pesadillas, pensamientos o imágenes repetitivos de la situación que provocó dicha respuesta de estrés. Cuando estos y otros comportamientos como por ejemplo el evitar pasar por el lugar donde todo sucedió, o la activación de malestar en presencia del sitio, persona u objetos relacionados con el acontecimiento que desencadenó la respuesta de estrés, se repiten y persisten más de dos meses después de lo acontecido, tenemos criterio para diagnosticar estrés postraumático. La calidad de vida de la persona disminuye y si no se trabaja en psicoterapia, el problema aumentará como una bola de nieve. El acontecimiento puede ser súbito y único, como un accidente o una agresión física o sexual, o persistente y repetitivo como un maltrato continuado.